HAILA MOMPIE SONANDO DURO


HAILA MOMPIE    SONANDO DURO

Considerada una de las grandes exponentes de la música popular cubana, Haila María Mompié es una artista con mayúsculas.  En un ambiente de complicidad familiar que solo da el amor, el compromiso, la admiración y el respeto, la cantante conversó con VISTAR sobre su nuevo disco, los retos de ser madre y la verdad acerca de quién manda en la cocina. Esta es la historia de una Haila que supera la etiqueta de la Mujer de Acero.

Foto: Eduardo Rawdríguez

Más allá de la firmeza de carácter y la soltura natural frente a las cámaras, alcanzada tras muchos años de espectáculo, Haila exhala una energía inacabable. A esta entrevista llegó acompañada por todo el clan, su esposo y manager Aned Mota, su hijo Haned y, por supuesto, sus dos fieles y un poco arrebatados Golden Retrievers, Prince Royce y Chanel, uno nombrado tras el rey de la bachata y el otro por un ícono fashion. Combinación algo snob, pero que bien podría describir el espíritu de su dueña.
Junto a los suyos, no es la Haila que ha asomado en la prensa como La Diva del Pueblo o la Mujer de Acero, sino la madre coraje y la esposa enamorada que se retrata en Estudio 50 con una sonrisa de oreja a oreja. En un dialogo de tú a tú, su hablar pausado contrasta con la explosiva artista que siempre vemos sobre escenario y da paso a otra faceta que refleja el lado feliz y pleno de esta mujer, a quien no se le puede negar su empeño por abrirse camino y seguir a pie de obra.

Foto: Eduardo Rawdríguez

Por estas fechas, confiesa que son muchos los proyectos ocupando su calendario. “Estamos en plena producción del fonograma Con todo respeto Haila canta a Armando Manzanero. Viene también otra producción discográfica, un DVD infantil junto al realizador Andros Barroso. Asimismo, está por salir el disco Sonando Duro bajo el sello Egrem que es un homenaje a la música cubana y para el que invité a varios niños del programa Sonando en Cuba”.
El alcance personal de Haila supera las tres dimensiones: madre, esposa y artista. Cuando habla de sus nuevos proyectos que defienden la música popular cubana no puede evitar mostrarse entusiasmada. “Estoy muy feliz por haberle hecho un homenaje a Armando Manzanero, nunca se le había dedicado un disco entero y ¡mucho menos de salsa! Contamos con su apoyo total y comparte conmigo en esta producción tres temas. El fonograma constituye el compromiso de respetar el legado que nos dejó esa generación de intérpretes”.
Tienes muchos proyectos entre manos… ¿cómo logras mantener un equilibrio entre familia y trabajo?
“Somos una familia de artistas y tratamos de involucrarnos en los proyectos de cada cual. Aned es la mitad de mi cuerpo, mi manager, mi esposo, mi amigo, mi complemento… Somos unas buenas mancuernas, somos un equipo”.
Cuando habla de su familia, a Aned también le brillan los ojos. Para él es un privilegio que cada miembro aporte su granito de arena. “Haned y yo hemos sabido repartirnos las misiones con eficiencia, en lo que sí no la ayudamos es en la cocina. Intentamos, pero ensuciamos mucho”, comenta entre risotadas.

Foto: Eduardo Rawdríguez

Haila y Aned están unidos por una fuerte corriente de sintonía.  La pareja, una de las más dinámicas dentro del mundo del espectáculo, lleva junta más de veinte años. Se conocieron en los noventa cuando ella cantaba en Bamboleo y él pertenecía a los Chicos de la Salsa. Pero llovería un poco para que ambos concretaran su relación. “Yo ya formaba parte de Azúcar Negra cuando fui a un concierto de la Charanga Habanera, allí lo noté, un muchacho mulatico, delgado, bailador, gozador, mágico… Entonces, la Charanga me invito a Perú a trabajar y así comenzó nuestro romance hasta el Sol de hoy”.
Díganme la verdad, ¿Quién enamoró a quién?
“A él lo conquisté yo (risas) Tuvimos buena química desde el principio. Aned es un hombre de mucho detalle, de los que le dan la mano a una mujer para bajar un escalón, un caballero en toda la extensión de la palabra”.
Sin rodeos, ni filtros, Haila desgrana como cuentagotas las historias que hicieron a esta pareja lo que es hoy. “Un día cuando éramos novios lo invité a cenar y le dije <<tú eres un hombre que cualquier mujer querría como padre de sus hijos. Eres muy bueno y tienes muchos valores, a mí me encantaría tener un hijo tuyo>>. Eso fue en julio del 2000, luego yo me fui a trabajar a los Estados Unidos. Entonces descubrí que estaba embarazada”.
Ambos han sabido navegar esta relación en aguas calmadas, pero también tormentosas cuando la distancia y el tiempo los separaba al no coincidir en las giras.  Para Aned su romance con Haila nunca deja de sorprenderlo: “Siempre había pensado que cuando me decidiera a sentar cabeza, no lo iba a hacer con una mujer que se dedicara a la música, pero esto ha sido como una luna de miel eterna, una burbuja musical, a pesar de que hubo meses en los que casi no nos veíamos. Por trabajo me he perdido muchas cosas, hasta el nacimiento de mi hijo y algunos cumpleaños. En aquel entonces yo me debía a la Charanga y era muy complicado”.
Haila, ¿cómo es trabajar con tu esposo?  
“Complicado. Dicen que dos animales no beben agua de una misma fuente. Aned es muy exigente y yo también. Pero siempre nos comunicamos francamente”.
Para Haila, la vida en pareja se ha regido por el mantra de la igualdad y la importancia de funcionar en equipo. Tampoco niega la dicotomía entre ser cantante y madre. Madre porque sí, porque según confiesa ese también es un trabajo de tiempo completo.
Haila, ¿qué significa ser madre para ti? 
“¡Ay mi Dios! ¡Me has tocado un gong adentro! Cada vez que hablo de esto me suena una campanita. Creo que ser madre es la realización plena como mujer, es una de las cosas más bonitas que me ha permitido hacer la vida. Cuando una es madre siente como si se le desprendiera una parte importante. Te cambia la vida, dejas de dormir, de estar en paz y tranquilidad”.
¿Cuál es el secreto para ser una madre estrella y una mujer exitosa?
“Yo siempre digo que para que una persona sea exitosa en la vida tiene que tener estabilidad emocional , humildad y tranquilidad . También hay que enfocarse, es importante poner arriba de la mesa todas las cosas para pensar y no complicarse mucho”. 
La pasamos riendo sobre historias que inspiran la vida misma a escala de batalla doméstica, algunas tan graciosas como que Haned ha escuchado “unas cuatrocientas veces” el cuento de cómo se conocieron sus padres y de que un día bueno para Haila puede tornarse muy malo cuando “no responden el celular, me rompen algo en casa o me quedo esperando por alguno de los dos, horas para poder salir”.

Foto: Eduardo Rawdríguez

¿Ha sido difícil sobrellevar la adolescencia de Haned? 
“Muy difícil, yo considero a las madres que tienen más de un hijo, debe ser tremendo eso. Es una edad muy complicada en la que se creen que siempre tienen la razón. Sin embargo, intento compensarlo con mucho amor y trato de conversar con mi hijo todo el tiempo”.
¿Qué opinas acerca de la atracción de muchos jóvenes hacia el género urbano, incluyendo al mismo Haned? ¿Cómo ves la salud de la música popular bailable en este sentido?
“Estamos muy mal y me da mucha tristeza hablar de esto. Desafortunadamente la música popular bailable no se encuentra en su mejor momento. Los años noventa fue la época de gloria de la música popular en la Isla y era porque estábamos unidos. Por ejemplo, cuando Formell hizo el Team Cuba fundidos como género podíamos hacer cualquier cosa. En el género urbano están cohesionados y hacen muchas producciones juntos. Pienso que eso mismo deben hacer los salseros, volver a ser una gran familia musical sin diferencias políticas, económicas o raciales”. 
“Haned ya tiene 18 años y estudia en la ENA, pero como todos los millennials no escucha la misma música que nosotros. No obstante, tratamos de introducirlo en otros géneros, así se enamoró de Celia Cruz y eso me llena de orgullo”.
¿Hace poco cumpliste 45 años, te preocupa que seguir sumando al calendario llegue a afectar tu carrera artística? 
“No. Como dice la canción Joven ha de ser, quien lo quiera ser… y la juventud se lleva por dentro. Eso sí, es vital mantenerse fresca y activa para que los jóvenes te lleven consigo. Y yo me siento así. Sé que el tiempo es implacable, pero a veces cuando me miro al espejo, me parece que no ha pasado (risas)”.  
¿Cómo ha evolucionado la Haila de Bamboleo y Azúcar Negra hasta la Haila de hoy?
“Ya son 26 años de carrera, aprendiendo, involucrándome, cociendo planes que me llenan de enseñanzas. Estoy en un momento de total madurez profesional donde puedo escoger el proyecto que quiero y necesito”.
¿Te arrepientes de algo?  
“Sí, de no haberle hecho caso a mi padre cuando me decía estudia, estudia y estudia. Me hubiera gustado aprender algún instrumento musical y no lo hice. Hay cosas que fui dejando y hoy me arrepiento”.  
Entonces…¿cuál es el siguiente paso para Haila María Mompié? 
“Trabajar para que el público siempre me tenga en su corazón y en su preferencia. Seguir haciendo música y llegar hasta donde la vida me permita llegar”.